viernes, 24 de diciembre de 2010

Mi 2010

Aquí viene Nabila, con su ridiculez sentimentaloide de cada año a escribir un poco sobre todo lo vivido, lo odiado y querido, iba a buscar la del año pasado para reír un poco e inspirarme pero opté por no hacerlo, soy otra persona respecto a la de Diciembre de 2009 y sería un error partir de la Nabila anterior para redactar las próximas líneas.

Como cualquier año hice de todo, pero este tuvo una peculiaridad, fue otra oportunidad para crecer de golpe, como aquel en que me quedé sin escuela y por un rato sin ilusiones, sin embargo esta vez no me quedé sin algo, la vida me dio y me dio a montones, gente maravillosa que me abrazó en una soledad que hasta este año desconocía y que además me ha enseñado mucho, me enseñó sobre todo que la esperanza muere al último y que se alimenta de cosas tan simples como pintar la equis en una manta o armar un altar de muertos en el Ángel de la Independencia, me enseñaron que nunca se va a tratar de lo que hagas sino de lo que la gente escuche y de cómo te hagas escuchar.

Conocí este año no necesariamente personas, sino corazones enormes y sensibilidades infinitas que podían fiestear toda la noche y despertar a la mañana siguiente para luchar por causas propias y ajenas que muchos consideraban perdidas, el punto se volvió “nunca olvidar”. Reconocí a mis viejos amigos y los quise más que nunca, los vi crecer harto, a los pobres ya les llegó la adultez y ahora viven solos, tienen tres trabajos o trabajan por fin en donde su talento es altamente reconocido; reafirmé y conté con los dedos de mis manos a los que considero mis hermanos, ya saben, eso de ser hija única me permite adoptar a quien quiero, jaja.

Descubrí que también puedo tener colegas abogados trabajadores y honorables, que hasta pueden ser grandes amigos y con los cuales puedo compartir grandes proyectos, gente involucrada en verdad con el Derecho y con hacerlo algo mejor, me cambiaron la perspectiva de lo burda y competitiva que puede ser mi profesión; me dieron un foro (El Extranjero) en el cual expresarme y desarrollar algunas habilidades que tenía olvidadas.

Redefiní este año el concepto de familia, no sólo determinada por la sangre sino por aquel que puede abrazarte y respetarte. Aprendí que las redes sociales no deben llenar vacíos sino completar espacios de expresión y de interacción, las ideas no mienten y algo tan sencillo como un mensaje de 140 caracteres puede llevarte a crear y planear, a interactuar con personas como tu o simplemente a desarrollar la verborrea a la que ya estás acostumbrado.

Mátenme si quieren, pero gracias al fenómeno twitter redescubrí muchas cosas y conocí gente valiosísima cuya convivencia trascendió a lo que podríamos llamar la “vida real”, error garrafal llamarla así, pues finalmente una red social es una herramienta de comunicación de la vida, sin otros adjetivos.

Hubo cosas que en lenguaje nabilesco podrían llamarse “mala ondas”, ya saben gente nefasta que seguro tiene bondad en su corazón pero termina volviéndose loca y alejando a la gente que le tenía aprecio, menciono así nada más porque no merecen mayor espacio, es año nuevo y hay que empezar con buenas energías. Obviemos un rato la guerra contra el narco, la gente mala onda y a nuestros pobre gobernantes, conste que dije obviemos, no olvidemos, si no disfrutamos un poco lo bueno perderemos perspectiva de lo malo, así que sonrían mientras puedan y abracen a quien quieran.

Les extiendo mi cariño y el de mis señoras que aunque no los conozcan les tienen un cariño nomás porque ustedes han estado conmigo. Ahora van las menciones personales, uff, espero no olvidar a nadie.

Gordo Ross: ya sabes que eres el gordo de mi vida y de mi corazón, aunque te la pases repelando siempre tendrás tu lugar en mi condominio horizontal.

Elsensual: aunque te tenga que compartir con Lalirry te quiero, y por supuesto a Tili, Chiqui y Doña Alicia que siempre me dicen flaca aunque esté en engorda, jajaja.

Mayli: mujer, gracias por aguantarme todas, te adoro porque eres bella por dentro y por fuera, y muy mujer, nada de machorreses, jajaja.

Arturo: ni el #db evita que tengas todo mi cariño, aunque a veces te malmire.

Consen: el proyecto sin nombre tiene que arrancar ya, aunque te demos golpe de estado, jajaja.

Hugo: qué bueno que somos amigos, porque si no ya nos hubiéramos matado, jajaja. Te quiero aunque me ignores.

Javier: juro que cada vez que me deschabeto te visualizo mandándome a ser seria, a ti y a Ale todos mis buenos deseos, las personas bellas las merecen en creces y ustede son dos de ellas.

Alaurita: muero por conocer tu nuevo hogar, yo te lo dije “ese muchacho me gusta para ti”, soy bruja y cumplo deseos, jajaja.

Mardonio: yo no soy tu fan y no te digo Maestro como los demás, nada más te doy mi cariño y hartos apapachos. No me recuerdes como la del autógrafo en ya sabes dónde, jaja.

Edgar (Parys): tu lo único que haces y por lo que todos te queremos es provocar sonrisas, la fiesta no es nomás alcohol y música, sino harta felicidad.

Benjamín: ¿yo siempre gano verdad? Pues te conocí, ¿cómo no iba a ganar? :D Te quero

Bryan y Ponxhito: mi dúo dinámico favorito, gracias por todo el baile, las sonrisas y las anécdotas, quédense conmigo mucho tiempo, ¿va?, tenemos un circuito pantera rosa que emprender, jajaja.

AnaMá: mira que me costó trabajo topar con la mujer tan genial que eres, me da mucho gusto poder llamarte vecina, jajajaja.

Artillera, Chispina y Miss: ustedes son mujeres y no fregaderas, nunca cambien aunque sea cliché, va? Jajaja.

Gaby y Pepo: desde Namibia, un país bonito, con problemas, pero bonito, les mando hartos abrazos J

Daniel, Robles y Brando: seguro ni pasarán por aquí porque salvar el país y tuitear es primero, pero todo mi respeto está con ustedes, espero algún día ser un poco así, activista.

Fraijo: oye tu, eres una de las personas más bellas que he conocido y no puede darme más gusto compartir tu causa y también la fiesta.

Edgar (Huevo): querido, ya sabes que todo lo bueno que puedo dar está contigo y el Mini.

Blanca Takitou: reina, eso eres, una reina, aunque te la pases ingeniándotela para olvidarlo.

Rodrigo (Pedas): no tengo a quién regañar, ya sal conmigo, no?

Mena: poss ya que hablamos diferencias pasadas podríamos salir más, no? Jiji. Mil abrazos para ti y la familia, saben que todo mi aprecio con ellos.

Bethan: como me caes bien muchachote, cuando quieras platicar sabes que estoy disponible.

A todos y cada uno de ustedes les doy las gracias, un poco de lo que soy se los debo.

sábado, 17 de julio de 2010

No tengo de otra...

“Antes eras hiperactivo y ahora no te levantas de la cama, prefieres ver televisión a leer un libro y ni siquiera quieres salir de casa, no importan los amigos o el evento que sea, inventas una excusa a ti misma para no salir, oh sorpresa, a eso algunos le llaman depresión.”


Eso me digo en mi tercera noche en vela después de pensar y pensar en qué diablos me pasa. Llevo tres semanas sin moverme, ya subí de peso, me aprendí los horarios de chorromil series idiotas y descubrí que mi entusiasmo al regreso de mi brinco al charco se esfumó. Ya no tengo ganas ni de recurrir a mis amigos, a algunos no quieros llenarlos de malas energías compartiendoles las mías y de otros sé que recibiré regaños por sentirme mal.


Sé qué no me sentiré mejor si no averiguo el origen de ésto, y creo que ya lo encontré, cometí la peor idiotez del mundo teniendo dos novios seguidos despues de no haber tenido novio nunca y ahora, vualá, me siento terriblemente sola.


Ahora mismo, querido lector, estas haciendo tu juicio de valor: “esta vieja está loca, cómo publica ésto” o “pobre mujer, qué no sabe que hay gente muriendo en todas partes, que se deprima por eso” o a lo mejor eres ligeramente más comprensivo y entiendes de lo que hablo. Cualquiera que sea la opción debo explicar por qué hago ésto.


Mi terapia desde niña ha sido escribir lo que siento, y ahora mismo este texto se vuelve una especie de grito pidiendo ayuda de mi autodestructiva personalidad. No voy a atentar contra mi vida, no se preocupen, no quiero un escuadrón en casa para llevarme al psiquiatrico, pero cuando la gente no aguanta ni a sí misma es dificil salir del ensimismamiento.


No ayuda que en este preciso momento esté pensando que mi ex dirá lo creida que soy y que ésto es una llamada de atención ridícula, que nadie debiera hacerme caso. Ello quiere decir que es parte del problema la atención que le pongo a él, pero siendo honesta, lo adoraba y me duele que piense así de mi, y por más que piense que es un tremendo imbecil, la verdad es que en el fondo lo considero, aunque equivalga sentirme mal conmigo. Sé que debiera expulsar de mi medio eso que me daña, pero admito mi idiotéz extrema al no hacerlo, sí, soy incapaz, a pesar de lo mucho que una de mis mejores amigas refunfuñe al respecto.


Ahora me levanta un poco leer el párrafo anterior y percatarme de que mi estilo mejora, pero eso es evadirme de la situación, no debo hacerlo, he de enfrentarlo y no seguir tirada en cama, no sé de dónde sacaré energías para levantarme e ignorar que aquel me quiera un segundo y me diga cosas horribles en el siguiente. Mañana saldré, veré a mis amigos e intentaré que mi jovialidad no sea una ficción como ha sido las ultimas semanas y pensaré en lo mucho que debo amar de mi misma y que amará alguién eventualmente.

jueves, 6 de mayo de 2010

Comunicado número uno del 2010, los hechos hasta el mes de mayo.

Lo sé, lo sé, tengo un severo problema con este blog y consiste en que sólo lo actualizo cuando estoy en épocas difíciles, ésta no es la excepción. Resulta que después de mi cuasi divorcio de aquel, al que sólo llamaré el Don para conservar su anonimato, me tiré a la fiesta y al entretenimiento no tan sanos esperando autodestruirme o construirme de nuevo. Pues grande fue mi sorpresa al ver que no sólo mejoré mis cualidades sociales sino conocí a gente increíblemente genial. Sin embargo, no hay historia que yo haga que esté llena de felicidad, así que un día se me presentó un jovenzuelo y básicamente me sacó de golpe de mi vida loca, aquí tenemos el problema que me trae a publicar en este espacio.

Yo era una soltera feliz pero un joven abogado llegó y sin cuestionar demasiado me mostró su curriculum: joven, apuesto, amable, caballeroso, gran sentido del humor, inteligente, lleno de planes y para colmar el plato, me consideraba una diosa. No pude evitarlo, sus galanterías me llevaron a enamorarme irremediablemente, todo iba bien, hasta que surgieron las incompatibilidades y temí terriblemente que que no lo pudieramos manejar.

Dicho y hecho, de buenas a primeras heme aquí, soltera de nuevo sin saber muy bien qué sucedió después de vivir dos meses y cacho de absoluta e irracional felicidad. No estoy exagerando, la situación en verdad era maravillosa y hasta mis amistades más críticas se sorprendieron cuando berreando comuniqué la noticia. Un rato culpé al karma, otro a los hechizos que pudiera estar armando el Don con chamanes del mercado de Sonora, momentos más me culpé a mí, muchos más lo responsabilicé a él, en todos lloré como magdalena por la frustración que me embargaba.

Una semana viví en negación esperando que volviera, no lo voy a negar, el final había sido tan extraño que simplemente no llegaba a entender nada. Era tal mi desesperación que terminé confesando mi triste historia a mi mentor favorito y no pude mentirle, estaba tan

triste que no podía ocultarlo. Hace dos días entendí, estoy en depresión, dormir en exceso y un kilo menos mostraron lo evidente, tal vez dos rompimientos en menos de cuatro meses estaba contraindicado y no quise hacer caso, pero yo no pensé que se acabara tan rápido.

Obviamente me siento mejor, si no esto hubiera sido otra carta de odio y tristeza, pero curiosamente no lo es. Me siento mejor porque ya hice todos los procesos que debía cumplir para hacer catarsis y dejar la tristeza a un lado. No estoy del todo bien, evidentemente, lo extrañaré un tiempo, y si las reglas se cumplen, sólo penaré un mes más por su ausencia, por ser la mitad de lo que pasamos juntos.

Sí ya sé, seguro un par me tildará de ridícula por hacer tanto pancho si compartimos poco tiempo, pero les digo que después de mi relación tormentosa con el Don yo sólo estaba dispuesta a dejar la seguridad de mi soltería por algo increíble, y así era él, absolutamente increíble.