viernes, 28 de enero de 2011

Secuencia

Acto uno
Yo en un andén de metro con un grupo de gente, converso con un tipo, no lo reconozco, volteo hacia otra chica a la que le pregunto ¿No tenemos que cruzar la vía? Me responde, no, es aquí, el tren que tomaremos no se supone que exista.
Vuelvo a dormir

Acto dos
Estoy parada en sepa dónde y Mardonio se acerca, me toma de la cintura y me dice chiquita-chaparrita.
Despierto sobresaltada, tuiteo, “las cosas se dicen no para recibir respuesta sino por el simple hecho de que el otro las sepa”, sabiduría de Barraza.

Vuelvo a dormir

Acto tres
Hago fila con mis papas para subir a una atracción de un parque temático, me lanzo en una resbaladilla tan inclinada que casi no toco la superficie, mi papa ya está al pie de la escalera, mi mama ya desapareció en el juego.

Despierto y tengo que escribir estos sueños fugaces.

martes, 18 de enero de 2011

Proceso neurótico por el que cerré twitter

El proceso inició el fin de semana pasado, regresé del viaje de rutina a tierras tampeñas con muchas compras pero sin energía alguna y triste, como de costumbre y buscaba reanimarme, así que con mi sonrisa de siempre y cara de no pasa nada salí a reconocer mi ciudad, no me había dado cuenta que una semana sin internet wireless me había desacostumbrado a la "necesidad" tuitera de poder estar todo el tiempo en contacto y publicando, entonces pasó: de pronto descubrí los muchos peros de twitter que había estado acumulando e ignorando, lo mucho que me irritaba tener que poner el iPod enfrente de mi cara aunque no estuviera haciendo nada porque el de a lado estaba sumido en la incesante carretera de la información, respiré y seguí.

La situación empeoró cuando presencie una pelea que tenía como meollo un problema tan absurdo que se puede resumir en un "a mi no me gusta, a ti sí, ni modo" y recibí reproches a pesar de yo no haberme involucrado, por supuesto la discusión inició en twitter y terminó, como decimos los twitteros en 3D.

Después tuve la suerte de recibir un jalón de orejas sobre algunas cosas que estaba haciendo mal, o mejor dicho, olvidando considerar antes de publicar tanta babosada, como evitar los ultimatums y de preferencia no abandonar a mis amigos nada más porque me gusta desaparecer en ciertos periodos.

El acabose llegó cuando después de dos días de buscar reanimarme y reponer un poco de la energía y alegría que había dejado en Tampa, cansada llegué a casa y abrí mi tweet deck, error, una corriente de mensajes poco agradables de conocidos y desconocidos me apabulló, qué hacía yo leyendo tanta cosa agresiva gratuitamente, "ya suficiente violenta y hormonal soy como para encima meterme eso en la cabeza" exclame hacia mis adentros, así que sentí una necesidad irrefrenable de cerrar mi cuenta, así nada más, como cuando me corté el cabello y descubrí que no dolía, hice las investigaciones pertinentes, recibí una llamada advirtiendo cambiar el Mail de la cuenta a cerrar y sin mucho pancho, porque "el que mucho se despide pocas ganas tiene de irse", me deshice de ella.

La calma fue automática, adiós 26,000 tuits y 655 followers, adiós a la Nabila malviajada intenseando porque no le responden, molestandose idiotamente porque, como le dije a Gordo, "tuitea con todos menos conmigo", jajaja, ahora se trata de pensar que debo seguir a quien de verdad quiero leer para no llenarme de basura, hora de desintoxicarme, de darle un respiro aunque sea pequeñito a mi adicción y reiniciar.

Ahora el problema es quitarme la maña de abrir el tweet deck en cuanto despierto, jajaja.

Nota: amigos tuiteros, no se me vayan a sentir, el problema soy yo y sólo yo que tengo issues, jajaja, los agregaré a la nueva cuenta :)

Abrazos de esta "entachada" chamaca :D