domingo, 20 de diciembre de 2009

Desde el avión

Pocas cosas me tranquilizan, y una de ellas es ver el horizonte mientras anochece desde un avión. Sí, se que es algo muy específico y hasta snob por aquello de que es necesario ir volando a miles de pies de altura para vivirlo, pero me calma. No es igual a verlo desde tierra porque la altura provee al paisaje de una inmensidad que permite eliminar la impresión visual de estar observando un borde a lo lejos para substituirla con la firme impresión de que si fuera posible ir hacia la línea que se ve a lo lejos, nunca terminarías de caminar.

2 comentarios:

Mentora dijo...

Pero tu eres pequeña, deberías temer.

Unknown dijo...

Nabis, a mi lejos de tranquilizarme es una de las cosas que mas puede estresarme, lleva mis sentidos al limite se agita mi corazon, me sudan las manos y simplemente no puedo ver hacia el horizonte, aun no lo he logrado; asi es que si un dia viajamos juntas ten por seguro que tendras el asiento de la ventana, sin embargo estoy de acuerdo contigo es impactante la impresion de sentir acercarse a la linea que se ve a lo lejos!!!!! te quiero nabis!!